miércoles, 6 de mayo de 2015

El irrepetible Orson Welles





En la página 176 de su magnífica obra, HISTORIA DEL CINE, Marc Cousins anota:

" Los que conocieron a Welles, y con los que he tenido la oportunidad de hablar sobre él largo y tendido, lo describen con una palabra que todavía no ha aparecido en este libro: "Genio" ".

Siendo la apretada obra de Cousins un compendio de los grandes aportadores del séptimo arte desde sus inicios, que se guardara ese calificativo hasta llegar a Orson Welles nos da una buena pista del volumen que tuvo esta leyenda en el desarrollo del cine.
Porque, veamos. Todos conocemos de grandes personajes , actuales o históricos, que han destacado enormemente en uno o varios campos. Generalmente, con muchos años de curriculum a cuestas y con mucha experiencia acumulada.
Qué significará para un hombre haber conocido el éxito, con la bagatela de haber realizado la,quizá,mejor película de la historia (su primer largometraje), ya a los 26 años? Porque ese fue Welles.


George Orson Welles nació un 6 de mayo de 1915 (o 1914, depende donde lo lean) ya destacaba en el teatro y la radio antes de asomarse al cine. A los 22 años , fue el responsable de la producción radiofónica La Guerra de los Mundos, adaptada de la novela de HG Wells.  Su adaptación trajo el pánico en Nueva York y New Jersey, donde mucha gente que oía el programa- en formato de noticiero- realmente creyó que el mundo se acababa por una invasión marciana.
A los 25 se lanzó a la dirección y producción de películas, sin dejar de lado su talento como escritor, actor y guionista. Dada su inexperiencia, hizo cosas que podrían considerarse heterodoxas para empaparse dela dirección y el lenguaje cinematográfico. Por ejemplo, vio La diligencia (Stagecoach, de John Ford, 1939) más de treinta veces, y mucho de lo ofrecido por el expresionismo alemán. Esta preparación, no obstante, no esconde el hecho más importante: su ópera prima, CIUDADANO KANE (1941)  es una de las obras de arte más influyentes del siglo XX.





Bien lo dijo Truffaut:
"Esta película ha inspirado más vocaciones cinematográficas que ninguna otra , a través del mundo"  (del artículo "El Gigante Frágil, 1967).  

¿En qué radica el aporte de Ciudadano Kane?Por que, década tras década, se sospecha de él como el mejor filme de la historia? Se da un punto y aparte en la forma de hacer cine. Pocas veces en la historia, un director había tenido tanto control sobre una producción de esa magnitud, y después de ella pocos (Welles incluido) volverían a ver semejante cosa. Su fotografía (gracias en gran parte al aporte del legendario Gregg Toland), El uso de la profundidad de campo, que sin ser novedoso estrictamente hablando le confirió un poder narrativo extraordinario. Un montaje pensado meticulosamente, inclinándose más por planos largos a costa de pocos primeros planos; una narración detectivesca, prácticamente a modo de documental, con un uso de los flashbacks y flashforwards que aun hoy muchos tratan de  imitar; la milimétrica presencia del sonido como una fortaleza más (Welles aquí usaba su experiencia en sus años de producciones para la radio); el echar mano de elementos que ahora damos por sentados en el lenguaje cinematográfico
 ( neblina, sombras, espejos); el atrevimiento de movimientos de cámara inusitados (travelings hacia arriba, por ejemplo). En fin, una obra retadora, que conserva su frescura más de setenta años después, 

Su genio y esta obra asustaron a la industria. En especial, por los paralelismos que se encontraron en el personaje de Kane y cierto magnate de las comunicaciones de esos tiempos (de cuyo nombre no quiero acordarme). Se produjo un boicot del filme en su distribución, y a la hora de los premios , la Academia se inclinó por John Ford y una obra más conservadora ( soy de los pocos cinéfilos que conozco que han visto la magnífica   Que Verde era mi Valle de John Ford, que, aparte de sus méritos,  tristemente es célebre precisamente por haberle quitado el Oscar a Ciudadano Kane), Welles se encogió de hombros, y después de su segundo filme ( El Cuarto Mandamiento) se fue a Europa. Su vida como realizador y actor conoció todo: proyectos inacabados por falta de presupuesto, papeles en filmes mediocres, pero también, afortunadamente, un puñado de obras maestras: EL CUARTO MANDAMIENTO, OTELO, EL TERCER HOMBRE (solo como actor, creen algunos), SED DE MAL, LA DAMA DE SHANGAI, EL PROCESO...



No digo gratuitamente que Orson Welles actuó en filmes mediocres. Aceptó muchos trabajos con tal de conseguir dinero para sus proyectos. Nunca hizo una película para los grandes estudios que conocemos hoy. Arriba lo vemos como señor mongol en La Rosa Negra (The Black Rose, de Henry Hathaway, 1950). Pueden encontrarlo también en anuncios de whisky, en la primera película de los Muppets, en un documental sobre las profecías de Nostradamus y-juro que es verdad- prestando su voz para  una película animada de Transformers de   los años 80. Lo juro: él hizo de  Unicron. Detestó hacerlo, como muchos otros trabajillos.

 Al fallecer en los años ochenta, sin embargo, lo que perduró fue su legado de filmes de lujo, su escuela, su pasión por lo que hacía.Un genio que lo dio todo.  De su herencia, esperamos, hablaremos algo más  este mes.