sábado, 28 de septiembre de 2013

Cómics, violencia y cine



Y con el título no me malentiendan. No pretendo dar un sermón con moralina sobre la violencia en los cómics y en los cines, y si en algun momento les suena así, me disculpo de antemano.Es que hay un fenómeno que me molesta mucho , como amante del cine y de muchas películas que se han alimentado de los cómics, historietas, novelas gráficas, etcétera.
Aunque existan antecedentes históricos notorios (la gente que los estudia habla incluso de los papiros egipcios), la verdad más o menos aceptada por la mayoría es que el fenómeno del cómic (revistas impresas con historietas) es un fenómeno de cultura popular sólidamente relacionado con el siglo XX, al igual que el cine (casi a la par ambos fenómenos). Como en los cómic se cuentan tantas historias de tan diferente índole, es natural que sean fuente de inspiración e interés comercial por los productores de cine.Y gracias entonces por Superman (la de Richard Donner en 1978 obviamente), la trilogía de Batman de Christopher Nolan, la primera de Ironman, From Hell , Road to Perdition, Watchmen (mejor el cómic que el filme eso sí), y uds ahí pueden seguir.
Ahora bien. En pro del negocio y de la ganancia, en los cómics existe un fenómeno particular que se inició, si no me equivoco, en los setenta, pero agarró fuerza en los ochenta y noventa. Este fenómeno me gustaría resumirlo en esta frase, que leí en un cómic de los que menciono: "lo oscuro vende".






Rescato la frase de la última portada que puse, la de Kick Ass, de Mark Millar y John Romita: "Violencia enfermiza: justo como te gusta!" En el cómic en efecto, hay un fuerte línea de producción de cómics ultraviolentos, con gente de mucho éxito en lo que hace (Mark Millar y Garth Ennis son dos nombres que vienen a mi cabeza).
Lo que me molesta es lo siguiente: el rollo NO consiste en contar una historia que contiene elementos de violencia. Denle vuelta: el objetivo es mostrar los elementos más violentos posibles, utilizando como pretexto alguna historia. Captan la diferencia?Es darse cuenta de quién está sirviendo a quién, y hay que ser muy buen realizador para manejar esto de forma adecuada.
Tomen cualquier película de Quentin Tarantino. Digamos "Perros de Reserva" (Reservoir Dogs, 1992), o la reciente Django Desencadenado (Django Unchained, 2012). Sangre a borbotones, imágenes crudas, pero a la orden de una historia coherente y harto interesante. La carnicería sujeta a algo más importante: la historia en sí.
Con los cómics de esta "linea oscura" que les hablo, todo parece que la tortilla se vuelve y que es la violencia la que importa, y se debe buscar la historia-la excusa-  que permita mostrar los cuerpos incinerados, cercenados, destripados, de la forma más explícita posible. Y eso para mí no se vale. Es como hacer una película en que lo importante son solo los efectos especiales y la historia y actuaciones son pésimas (tos-tos- Transformers-tos).Abanderarse conque es una sátira? No me lo creo. Todo se resume en esto: lo oscuro vende.
Y con el film que se estrena esta semana, Kick Ass 2 (de Jeff Wadlow, 2013), ese es mi temor. Que sea la violencia gratuita y morbosa porque sí, como un vacío objetivo. Pasó con la primera y pasa incluso peor en el cómic en el que se basa. ya hasta Jim Carrey se disculpó -¡antes del estreno!- por haber participado en este filme. Con tantos malos antecedentes, ¿iré a ver este filme? Sería puramente por altruismo, para hacer una crítica objetiva tras verla-como debe ser-, y publicarselas. Pero uds se pueden dar el lujo de sacar el día por la víspera y al menos tenerle cuidado, a estos filmes que posiblemente quieren meterles gato por liebre. Atentos. Las carteleras ahorita tienen otras ofertas de reputación no tan dudosa.

sábado, 21 de septiembre de 2013

LA TERCERA GRAN REVOLUCION EN EL CINE





Mark Cousins señala en su libro "Historia del Cine", que en la evolución de la industria y arte de hacer películas, ha habido cientos, miles de pequeñas y grandes contribuciones que han transformado el espectáculo fílmico: se ha evolucionado desde las humildes tomas fijas que duraban segundos de una cotidianeidad conocida (Edison, los hermanos Lumiere) hastalas costosas y casi inverosímiles presentaciones de hoy en día (piensen en "Avatar o en "El Hobbit", por ejemplo). Sin embargo, pueden señalarse dos grandes, inmensas revoluciones que, históricamente, cambiaron de raíz todo el panorama. (Diferenciamos estas revoluciones de las "crisis", que pueden ser tema de discusión para un día de estos)






La primera gran revolución fue, como muchos sospechan, la aparición y auge del cine sonoro. En escasos ocho años - a partir de 1927 y el estreno de "El cantante de Jazz"- toda la industria cambió violentamente de paradigma. Las "peliculas mudas"- que se empezaron a ver realmente así, porque antes eran sencillamente "las películas", todo era silente-, decayeron de forma estrepitosa, y los actores y realizadores que no pudieron llevar a cabo una transición saludable acabaron en un olvido muchas veces injusto. Piensen en Griffith, en Buster Keaton, en Lilliam Gish. Si no tienen idea de quiénes son,ese es precisamente el punto.




 Casi le pasa a Chaplin, cuya vehemente defensa del cine mudo como verdadero arte fue famosa pero insuficiente y al final terminó adaptándose. Los actores "que antes tenían rostro" (como señala con melancolía el personaje de Gloria Swanson en "Sunset Boulevard") vieron como sus gestos y expresiones -tan necesarios para una película que no se oye- eran poco funcionales en este espectáculo nuevo con diálogos y canciones (y recordemos que, precisamente, "Sunset Boulevard" trata de la decadencia de estos actores).
Todo fue evolucionando a ritmo variable, con una gran evolución de las técnicas de filmación y de lenguaje cinematográfico, hasta que se llega a la segunda gran revolución: las imágenes generadas por computadora (CGI por sus siglas en inglés).





Quizá el primer largometraje que tuvo CGI fue "Tron" (1982), que fue un fiasco en muchos niveles (argumento y taquilla por ejemplo). Pero realmente las CGI empezaron a tomar fuerza con producciones como "El Abismo" (1989) y "Terminator 2",ambas de James Cameron (y del que hablaremos en otro artículo). A partir de ahí el cine se llenó- para bien o para mal- de CGI, muchas veces sin que el espectador lo sospeche siquiera. Con este recurso técnico, prácticamente cualquier cosa que el cineasta imagine se puede poner en la gran pantalla. Basta recordar por cuantos años se esgrimió la hipótesis de la imposibilidad de filmar "El Señor de los Anillos" y cómo las CGI lograron lo imposible.
Desde hace unos años vivimos en carne propia lo que considero es la tercera gran revolución de la forma como se hace y se aprecia el cine, y es un revolución generada desde afuera: el Internet.







 ustedes dirán que claro, qué fácil, porque el Internet lo ha revolucionado todo. En el caso de los filmes, ha presentado un cambio tan radical en la forma de promocionar y ver películas como nunca se había visto. El trailer de una película visto en el cine es sólo la confirmación de que la veremos en la cartelera nacional: hacía meses sabíamos de la existencia de ese filme por You Tube y por las redes sociales, y ya conocíamos ese y los otros trailers. Una película tóxicamente mala se puede condenar más rápido a través de Facebook. El boca a boca nunca fue más fuerte. Los espectadores tienen un papel inusitado en la elección de los filmes que tendrían éxito, en la elección de elencos e incluso en los giros que tendrán la historia, y este fenómeno - como una avalancha- será cada día más fuerte. La oferta-¡la oferta!- de películas en línea es obscenamente grande, películas del pasado y presente. Y la sobre oferta de filmes- de calidades dispersas- han hecho que las productoras se apresuren cada día más a sacar más filmes, a exponerlos y sobre exponerlos, como un gran tumulto de vendedores de alfombras que se apretujan en el umbral de tu puerta gritando para que le compres su producto. Y la linea más comercial del cine se compromete a hacer filmes cada vez más explosivos, más violentos , más sanguinolentos, con más sexo, que es el equivalente en marketing de gritar más duro. Ya el problema no es siquiera hacer tu pelicula, ni exponérsela al mundo: es lograr que la gente la vea entre esta barullo de exceso de información. ¿habrá espacio en el presente, en el futuro, para realizadores de filmes serenos com Mizoguchi, como Tarkovski, o tendremos que conformarnos con un montón de Michael Bay, Gore Verbinski y alguna que otra genialidad de Christopher Nolan y Quentin Tarantino? Es algo que los cinéfilos nos preguntamos. Mientras repasamos algo de Orson Welles o de Hitchcock y nos decimos para nuestros adentros: ¿ qué harían ellos en un mundo así?

jueves, 19 de septiembre de 2013

CRITICA DE CINE: CARNAGE




Cuando un veterano como Roman Polanski (polaco, 80 años, perpetrador de varios clásicos), propone un nuevo filme, podemos adelantarnos con dos corolarios. Uno: hay directores que a puro pulso se han ganado el derecho de hacer proyectos sin necesidad de demostrarle nada a nadie. Dos: sabiendo que luego las van a mal llamar "obras menores", estos directores pueden presentar en pocos segundos más cine fresco, original y auténtico que muchas propuestas completas que pueda ofrecer la cartelera. La razón es sencilla: tipos como Polanski tienen más cine en una pestaña que otros en todo su hollywoodense cuerpo.
En "Carnage" (título provocativo que prefiero , en vez de la traducción que anda por ahí de "Adivina quien viene"), se nos plantea la reunión de dos matrimonios, padres de unos adolescentes que se acaban de pelear en un parque. La primera escena del filme ya nos enseña que en realidad esta reunión será una excusa y Polanski lo muestra sin tener que decir una sola palabra: vemos a los muchachos en el parque discutiendo, uno agrede al otro, justo en medio de dos grandes árboles impasibles cuyas ramas, parece, se enredan-se pelean- sobre ellos. Eso señores se llama CINE.
uego ya estamos en el escenario donde se desarrollará practicamente todo el filme: un apartamento donde vemos a las dos parejas interactuando, tratando de abordar "civilizadamente" el problema de los chicos.Aquí el realizador se permite desenvolver con gusto, con una mordacidad envidiable, todas las hipocresías , disimulos y dobles sentidos de las relaciones humanas actuales. Es en este microcosmos, donde se ofrece café y se hacen comentarios sobre mascotas y tulipanes, donde se trata de aparentar una actitud pacífica que en realidad no se tiene, es aquí donde se se Lobliga a los personajes a ir sacando poco a poco toda la porquería emocional que tienen acumulada. Una parábola que se puede extrapolar a diferentes planos: los matrimonios, los vecinos, los países...
Para desarrollar en cine una sátira con éxito en un espacio de aires evidentemente teatrales (la pelicula se basa en la obra "Un dios salvaje, de Yazmina Reza, quien además firma el guión), se necesita talento para la puesta en escena, el movimiento de cámara y el encuadre, pero ¿qué sería todo esto sin actores valiosos? Es aquí donde el filme realmente se pone una flor en el ojal, con un desarrollo fluido y ameno que nunca decae, gracias a las soberbias interpretaciones de esos grandes actores que son kate Winslet, Jodie Foster, Christoph Waltz y John C. Reilly (este último ha demostrado de sobre su talento desde hace años, cuando lo dejan). Lástima que Foster en los últimos instantes del filme, tratando de recalcar la personalidad trastornada de su personaje, se vea forzada yfalsa, ¡justo cuando se debe ver más auténtica!
También es una lástima que la narración, limpia, ordenada y coherente, no se levanta con mayor ferocidad en el climax de la historia (eso es algo que ya le he notado a Polanski en otras ocasiones, pero él no tiene problema con esto. Favor remitirse al corolario 1). Y un final abrupto, que nos deja más preguntas que respuestas. Pero quizá esto es positivo. Recordemos que esta es una marca del verdadero arte.


CALIFICACION: ***1/2


*****Excelente
****Muy Buena
****Buena
**Regular
*Mala
0 Muy Mala
00 Pésima

martes, 17 de septiembre de 2013

En Facebook

Hace un par de dias abrimos la página de la Tribu Cinéfila en Facebook. La razón es puramente matematica: hay mas posibilidades de avistar a la tribu en dicha red social que en un espacio de blog. Y la idea no es hacer un monologo, sino mas bien un dialogo. Los numeros hablaran pero tambien la calidad y el interes que se alcance, esto mas facil y enriquecedor en grupo. Habia amunciado que cerraria el blog, pero aun no lo hare, podria servir para exponer ciertos temas de una forma mas adecuada. Y claro, lo que vayan opinando las visitas. Los invito a la pagina de facebook que se llama, precisamente, Tribu cinéfila.

sábado, 14 de septiembre de 2013

CRITICA DE CINE: ONE DIRECTION: THIS IS US

Cuando iniciamos este experimento, entiéndase, el blog, un propósito claro que planteamos era tomar en serio el asunto de ir al cine, de ver cine, de discutir sobre cine. Y si uno quiere hacer esto, se debe realizar el ejercicio de desarrollar una visión crítica ante cada película que se vea (entendiendo, claro está, que "visión crítica" no es buscarle defectos a lo apreciado: es tratar de analizar lo expuesto como un todo y en sus partes.
Este cinéfilo le habría encantado hacer su primera crítica aficionada de cine ante un potencial clásico , pero dado que no me gano la vida con esto de hacer críticas, debo limitarme a las que pueda ver. No se preocupen, que también voy a hablar de "clásicos" (lo que la mayoría no cinéfila  ve y llama "películas viejas" sin ir más allá), pero también es importante hablar de lo que haya en la cartelera actual. Con suerte, un día de estos se estrena un peliculón portentoso y podré decirle a mis nietos: " yo la vi en el cine", como en efecto puedo hacer con algunos sobresalientes (Star Wars, Tiburón, La Lista de Schindler, Ojos Bien Cerrados... y el preestreno de El Señor de los Anillos, la comunidad del Anillo con un largo etéctera)
Mientras tanto, respiremos hondo y comentemos el filme que por razones principalmente parentales vimos ayer. Se trata de One Direction: La Película (One Direction, This is Us, de Morgan Spurlock, 2013)

Mi hija de 9 años saca buenas notas, su padre la lleva al cine como premio, ella desea fervientemente ver la película de su boys band favorita, el padre resignado la complace.  Busco alguna información que me anime a la faena y encuentro un dato interesante: el filme es dirigido por Morgan Spurlock. Este señor es conocido de previo por sus documentales y realities en televisión. Su trabajo más recordado es Supersize Me (2004), una puesta que intentaba denunciar el fenómeno de la comida chatarra y su impacto social en los Estados Unidos. El documental es famoso porque Spurlock llevó a la práctica algo que muchos tildaron de ingenioso y otros de irresponsable y payasada: durante un mes sólo comió la comida de Mcdonalds. Habiendo visto este y algunos otros trabajos previos del señor, era interesante averiguar cómo le iría con un filme de la naturaleza promocional que es este que nos ocupa.
One Direction: This is Us, en efecto, se inscribe en esa tradición de películas del pseudo género "antología musical", hechas a la orden y medida de productores musicales que quieren explotar en el celuloide el buen momento de un cantante o un grupo musical , llevando a la gran pantalla a los ídolos de los conciertos para aumentar el fenómeno mediático. Siendo un movimiento honrada y puramente comercial, sin embargo, existen buenos (o al menos) pasables resultados entre los antecedentes históricos. Podemos citar la comedia ¡Que Noche la de Aquel Día! (a Hard Days Night, de Richard Lester, 1964), con Los Beatles (notable), los numerosos y olvidados filmes de Elvis Presley, Moonwalker (varios, 1988) con Michael Jackson (película rara e  irregular), y Spice World (de Bob Spiers, 1997) con las Spice Girls (esta última no la he visto: cuanto crítico que se ha referido a ella le ha puesto una cinta amarilla alrededor para que nadie pase con las advertencias del caso).

La película de los One Direction tiene la misma idea fija: presentar a los chicos de la agrupación como "lo más cool, el éxito increíble nunca antes visto, quizá lo mejor que le ha pasado al mundo del espectáculo". El argumento es tan simple que raya la inexistencia: los chicos van a una gira mundial, mientras son admirados por legiones de miles de fans y hacen bromas y payasadas. Y cantan. Y cantan. Y cantan. Esto último era lo más esperable y no podemos quejarnos. al pagar el boleto uno sabía lo que venía. Por fortuna algunas de la canciones son pegajosas y no desagradan, eso sí, muy propias de la industria pop.
Saben qué fue lo más interesante de ir a ver este filme? Presenciar la reacción de las chicas espectadoras en la sala de cine. Gritaron, chillaron, corearon  a niveles perturbadores. Cada vez que uno de los cantantes salía sin camisa (casualmente, el filme está lleno de estas situaciones) arrancaba suspiros y exclamaciones entra las féminas. La apoteosis del asunto fue casi al final del filme, cuando uno de los miembros le hace una broma a su compañero (broma evidentemente calculada, pero no explico en qué consistió para no incurrir en spoilers. nada más diré que las nenas aullaron). Ver a chiquillas preadolescentes revueltas con veinteañeras en ese grito colectivo me perturbó, lo que indica que posiblemente me estoy poniendo viejo porque no es nada nuevo (casi todo cantante de fama mundial ha vivido eso desde los inicios del Rock n Roll).
Hay una insistencia rabiosa en hacer tomas de las chicas esperando en las afueras de los edificios donde se alojan los muchachos, y su reacción cuando ellos aparecen. La primera toma de este tipo es cinematográficamente hermosa: un chico descorre las cortinas de una ventana de hotel, en una habitación semioscura. Se asoma y no se ven a las chicas, sólo se escuchan. Gritos.  El chico cierra la ventana y sonríe. Es destacable pero repetir esto varias veces en diferentes formas durante toda la película rayó la necedad.
También las tomas en primer plano de las fans: vemos a la chica gritando llorosa y feliz en Nueva York, en Japón, en Inglaterra, en Dinamarca, en...
Y el filme es en 3D, estrategia pura para sacarle más dinero al espectador. Agradecemos, eso sí, que muchas tomas de los conciertos sí se logran enriquecer de esta técnica de filmación: la profundidad en este caso alimenta de forma acertada la belleza del gentío abrumador saltando feliz al compás de la música, y algunos efectos especiales agregados ahí se ven bien y mejoran el efecto para un concierto visto en cine.
Bromas de los chicos, comentarios sobre la experiencia que han tenido, algunos buenos chistes y no más. Muchas de las cosas que cuentan parecen sinceras (ocasional buena dirección para ser un seudodocumental). Otras dan ganas de agarrarlos a patadas por incongruentes ("no me gusta que me llamen famoso" , ¡por favor, todo el asunto es porque les gusta ser famosos!). Y sí, caen en sentimentalismos baratos (los padres lamentando que casi no están en casa y que los extrañan, el chicho llamando a casa y diciendo que va a llorar...)
Creo que este filme, obviamente dirigido a un público meta bien definido ( entiéndase, mi hija y varios millones más de chicas) no se disfrutaría ni de cerca viendolo en DVD o en televisión; le haría falta la reacción acalorada de un público comprometido y fanático. El tiempo dirá si One Direction hará la segunda parte (se rumorea que Simon Cowell, productor y manager, ya se soba las manos) y si esta boys band va más allá o se junta en su destino con los New Kids on The Block,, los Menudo, los Backstreet Boys y los NSync... que le menciono a mi hija para que me responda con una cara de extrañeza: "¿quiénes son esos?" Espérate, mija, espérate.
Califiicación : **  

*****Excelente
****Muy Buena
***Buena
**Regular
*Mala
0 Muy Mala
00 Pésima

domingo, 8 de septiembre de 2013

Hechos médicos en el cine

Es algo que ocurre a menudo. Estamos viendo un filme, y presentan a un personaje con alguna condición clínica extraña. O un procedimiento quirúrgico o terapéutico. O en resumidas cuentas, algo relacionado con la Medicina. Y me resulta harto interesante. Me explico.
Vean “Todo o nada: el Full Monty” (The Full Monty, de Peter Cattaneo, 1997). Uno de los desempleados intenta instruir a los otros sobre el verdadero espíritu del baile. Les pone Flashdance. Y como buenos obreros del acero se quedan desconcertados: no pueden creer lo mal que la protagonista trabaja con los metales y los instrumentos de fundición. Y se ponen a criticar el filme por eso.
A muchos médicos nos pasa lo mismo (soy médico cirujano, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria). Supongo que a otros profesionales (abogados viendo un drama judicial, por ejemplo) les pasa algo similar
Al ver elementos de procedimientos , cirugías, enfermedades o intervenciones terapéuticas, planteados como se hace, nos asombra a menudo lo desinformados que se encuentran los realizadores de “X” película al tratar asuntos médicos, patológicos  o terapéuticos en general. En otras ocasiones, disfrutamos mucho de la exposición de algunas patologías en la gran pantalla, por ridícula , o bien por exacta y rigurosamente documentada. En otras, les cuento, nos indignamos horrorosamente. Por lo pronto, les propongo algunos hechos, falsedades y curiosidades sobre el cine y la Medicina. Esto es algo que mi amigo Beto me había propuesto hace algún tiempo. Para vos, ché.


1- Indiana Jones padece de ofidiofobia, que es una de las fobias más frecuentes que existen: miedo a las serpientes.Empíricamente hace parte del tratamiento de cualquier fobia: se expone gradualmente al elemento que le provoca la ansiedad. Aunque sospecho que lo hace porque no le queda otra. 
2- El uso de ondas microonda en “Batman Inicia” (Batman Begins, de Christopher Nolan, 2005) para evaporizar el agua de la Ciudad, debe-por razones argumentales) ignorar el hecho de que el cuerpo humano se compone en un 75% de agua. Todos habríamos hervido como sopa.

3-Si  Kristen Stewart realmente tenía una hipoglicemia en "El Cuarto del Pánico" (The Panic Room, de David Fincher, 2002), la insulina que con tanta desesperación buscaba Jodie Foster para aplicarle la hubiera terminado de matar, ya que el efecto de la insulina es, precisamente, disminuir los niveles de glucosa sanguínea (que a niveles extremos es, adivinaron, una hipoglicemia).
4- Es estrambóticamente raro que un diabético estable, hidratado y que no ha comido gran cosa, esté a punto de morirse porque se retrasa unas cuantas horas en la aplicación de la insulina, como insisten con el mejor amigo de Nicolas Cage en “Con Air” (de Les Wiseman, 1997).


5-Stanley Kubrick es famoso, entre otras cosas, por la rigurosidad con la que establecía el proceso de filmación de las películas que dirigía. Afortunadamente, el masaje cardiaco que se le hace a un soldado en “Nacido para Matar” (Full Metal Jacket, 1986) es todo lo que ustedes quieran, menos técnicamente bien realizado. De haberse empecinado en que se hiciera con la técnica adecuada  hubiera puesto en riesgo la vida del actor, ya que este masaje es una medida extrema con  varios riesgos que se tienen que correr con tal de tratar de salvar una vida. Entre las complicaciones más conocidas están la fractura de costillas y la perforación gástrica.
6- El “manicomio” (del griego “manía”, locura, y “komion” ,lugar; es decir, “lugar para locos”) tiene una amplia presencia en el cine, al punto de que su frecuente ambientación infernal ha calado tan hondo en la psique colectiva, que la mayoría de las personas creen que los hospitales psiquiátricos son como pintan en “Atrapado sin Salida” (One Flew over the Cuckoo´s Nest, de Milos Forman, 1975), cosa muy , pero muy alejada de la realidad.

7-Calculando a ojo la distancia de la explosión de la bomba atómica en Nagasaki mostrada en “Wolverine: Inmortal” (The Wolverine, de James Mangold, 2013), el soldado japonés habría muerto poco tiempo después por los efectos de la radiación.
8- Igual de ridícula la salvación que tuvo Indiana Jones ante una prueba nuclear metiéndose a un refrigerador (Indiana Jones and The Kingdom of the Cristal Skull, de Steven Spielberg, 2008)
9- La prestigiosa Universidad de Salamanca cuenta, entre sus muchas publicaciones, con una revista dedicada a la discusión del cine y su relación, con la Medicina. No bromeo. Textualmente es una “ publicación que analiza los contenidos biosanitarios del cine con fines educativos, discursivos, de mentalización y divulgación”. Aquí está el link:



10- Si dejamos a un lado el desenlace de “Amor”, (Amour, de Michael  Haneke, 2012) este filme es una de las adaptaciones más rigurosamente exactas sobre la realidad que sufren muchos ancianos con Síndrome de Inmovilización y deterioro cognitivo, amén del drama y frustración que viven muchos de sus familiares. Al otro lado del espectro y ya en el contexto de un cuento de hadas, el que un anciano se levante de la cama después de 10 o veinte años de no hacerlo y se ponga a bailar es fisiológicamente imposible, tal como lo muestran en “Willy Wonka y la fábrica de Chocolates”  (Willy Wonka and the Chocolate Factory, de Mel Stuart, 1971).

En una publicación futura continuaremos con más.  

sábado, 7 de septiembre de 2013

El retiro del mago

Esta semana, quizá la noticia más importante para el mundo del cine fue el anuncio hecho sobre  el director japonés Hayao Miyazaki. Este maestro del cine animado, de 72 años, anuncia su retiro, según trascendió durante las actividades del festival de Venecia  (http://www.nacion.com/ocio/cine/Hayo-Miyazaki-retira-Festival-Venecia_0_1363663653.html).








¿Por qué es tan relevante este hecho? En América Latina pecamos de ignorancia sobre un hecho conocido hasta la saciedad en Europa, Asia y hasta en Estados Unidos: Miyazaki es el mejor director de cine animado del mundo.  En el cine hecho con personas de carne y hueso ese puesto se puede disputar por muchos directores vivos y bastante más muertos, pero en el cine animado el trono es de este autor , con plenos derechos y de largo.





 Mas de un conocedor va a saltar y va a reaccionar de inmediato: ¿qué hay de John Lasseter? Lasseter, para aquellos que han vivido en una cueva en los últimos veinte años, es uno de los productores ejecutivos y mente maestra de ese monumento a la animación llamado Pixar, y responsable él mismo de dirigir clásicos indiscutibles como "Toy Story", "Toy Story 2" y "Cars".


Bueno, algo que se puede argumentar es lo declarado por el mismo John Lasseter:

" En Pixar, cuando tenemos un problema y parece no tener solución, a menudo ponemos una de las películas del señor Miyazaki y vemos una escena en nuestro cuarto de proyección, para un toque de inspiración. Y siempre funciona! Siempre salimos asombrados e inspirados. Toy Story tiene una enorme deuda de gratitud a los filmes del señor Miyazaki".

http://www.nausicaa.net/miyazaki/miyazaki/impact.html

¿Qué tiene de especial este caballero amante de la aviación y del discurso pacifista? Sencillamente, es un director que sabe contar bien historias, ya sean estas sencillas o complicadas. Cuando digo "bien" en realidad me quedo corto. Hace unoa años-he perdido la entrevista pero recuerdo la esencia de lo que dijo- él contaba que, al reunirse con los dibujantes y animadores de sus obras, les recordaba y aconsejaba: "ustedes están mostrando una historia de maravillas: múestrenla maravillosamente" .

Creo que el genio implícito en sus propuestas se basa principalmente en tres elementos muy fuertes.El primero es su preferencia por personajes muy veraces. Personajes en que los espectadores se pueden reflejar de una u otra forma pero de una forma especial: podemos identificar muchos de los protagonistas no necesariamente con nosotros, sino con el niño que todos llevamos dentro y que está dispuesto a asombrarse. Pueden ser personajes fantásticos en un mundo de humanos (el Puerco Rojo) o un humano en un mundo fantástico(Chijiro). No importa: la maravilla está ahí, caemos en ella, volvemos a ser niños. Y esto incluso con historias que no dudan en poner temáticas que se podrían considerar impropias para la infancia: La princesa Mononoke está llena de bestias poseídas, de cabezas y miembros cercenados, de prostitutas reivindicadas.



Pero ya que sacamos a Mononoke Hime - considerado su mejor trabajo por muchos- recalquemos lo que sus fans le apreciamos más: un gran, inmenso amor por la naturaleza.De forma directa, la denuncia ecológica y el clamor por un mundo más cercano a la tierra, el océano y las plantas tiene su espacio en obras como la ya mencionada Mononoke, Ponyo, Chijiro y la magnífica Totoro.
 Y su amor por el equilibrio, la paz y, por supuesto la aviación. Francisco Wargo Retana lo hizo notar en un cineforo hace años. a Miyazaki le fascina ese poder y libertad que es el sueño del hombre desde el principio de los tiempos: volar. Y el volar es elemento casi permanente en casi toda su filmografía, y el volar es parte nuclear en su narrativa: Kiki, El puerco Rojo, Nausicaa, El Castillo Volador, y claro, su última película El viento se levanta (Kaze Tachinu, 2013)  (obra que dicen por ahi es controversial, no la  he podido ver, cosa que espero corregir pronto)


¿Será definitivo el retiro de Hayao Miyazaki? Espero que no y que en meses o años anuncie alguna obra más. Por lo pronto, los invito a decirle al cofundador de Studio Ghibli, humanista, genio: gracias.

lunes, 2 de septiembre de 2013

EL DILEMA DEL ASTRONAUTA. 3ra PARTE. DE COMO UN CINÉFILO TIENE QUE ESCOGER DIEZ PELICULAS PARA VER EN LA INTIMIDAD DE UN VIAJE GALACTICO SIN RETORNO, Y AHÍ TE QUIERO VER (O “EL CLICK”)

La semana pasada pusimos una propuesta de películas, digamos, “formales”. Las que mostrarías orgulloso a futuras generaciones o a extraterrestres interesados en saber qué es ese asunto del cine. Tarea ardua: cualquier ejercicio de escoger “las mejores” se queda corta, ¡más si se trata solo de diez!
Pero hoy la propuesta gira de forma similar pero con diferencias muy grandes. Yo puedo afirmar honrada y categóricamente que , a mi juicio, se debe incluir  una peli como 2001 ODISEA EN EL ESPACIO para compartir con civilizaciones futuras y extraterrestres. Pero ello no implique que quiera verla treinta o cuarenta veces. Claro que puedo llegar a verla tanto: si tomo la película como objeto de estudio y de análisis profundo. Pero si tengo que escoger una película para sentarme en un sillón, cómodo, con o sin palomitas, relajarme y ejercer exclusivamente esa actividad pilar del cine, que es “entretener”, son otros cien pesos. No es que “2001” me aburra (no lo ha hecho nunca).
Es más bien un asunto de “click”. Como una chica. Puedes encontrar a una miss Universo toda guapa e inteligente, y reconoces que sí, que es guapa e inteligente, y admitirías al mundo que la ves así y que posiblemente se merece el título, pero ello no conlleva necesariamente que te hace “click” en el corazón. En el ejemplo, “2001” sería como Miss Venezuela. Y prefieres a otra chica guapa. 
Así hay películas que, pueden ser excelentes, buenas o malas de campeonato, pero que sí, sientes en una parte de tu ser que te hicieron “Click”. Vos podés reconocerlas fácilmente: son ese par de pelis que te encuentras en la televisión y, no importa que ya la viste diez, veinte, ochenta veces, dejas de pasar los canales y te pones a verla nuevamente. Te sabes los diálogos de memoria. Consideras insólito que a alguien no le guste.
A mí me ha pasado decenas de veces, con ciertas películas (más de diez me temo). Aterrizando en esta parte del ejercicio, hay que escoger esas películas íntimas que uno está dispuesto a ver por, llamémosle, arrebato personal (click pues). Entonces, para entrar en materia, esta sería mi maletica personal de filmes que llevaría (en orden cronológico):


1.       El Crimen Perfecto, de Alfred Hitchcock. 1954







“Cuénteme de la zanahoria”.
Les digo la verdad: podría ser cualquiera de Hitchcock. Cualquiera.Pero esta fue la primera película de él que vi, de niño. Me pareció una cinta tan bestialmente inteligente que no lo podía creer. Y aun hoy cuando disfruto enormemente otras grandes del maestro inglés, esta propuesta literalmente esquemática, de evidente corte teatral,  es la que más me roba la atención.


2.       La naranja Mecánica. De Stanley Kubrick. 1971.


“La bondad es para ser elegida. Cuando un hombre no puede elegir deja de ser un hombre”
Desde que era adolescente oía de una magnífica y polémica película con nombre extraño de fruta y robot. Sólo escuchaba eso: era extraña, magnífica y terrible. Hice con esa película el ejercicio que trato de seguir haciendo cuando olfateo obras maestras cercanas: trato de averiguar lo menos posible sobre la trama antes de verla. Tuve que esperar hasta la universidad para poder ver por fin la naranja Mecánica, y claro que iba con grandes expectativas, pero nada me preparó para lo que vi. Un filme tan violento que no es sobre violencia. POCOS pueden lograr eso como Kubrick lo logró.



3.       El Padrino, de Francis Ford Coppola. 1972

“Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar”.
De un proyecto ideado para ser casi una película clase B, Coppola realizó lo que para muchos es “la película”. Ver la elegancia sombría de Brando, la transformación de Pacino de buen chico a cínico jefe de la mafia, la extraña y verosímil dinámica familiar, entre claroscuros y reuniones rebosantes de significado.


4.       El Amor y la Muerte.De Woody Allen, 1975


“_Eres el mejor amante que he tenido.
_Es que practico mucho cuando estoy solo”.
“Annie Hall” es considerada por muchos la “obra de transición” de Woody Allen de las películas de sainete y sátira, a lo que ahora se identifica como su estilo propio, más comedido y en apariencia más simple. Tal vez sea cierto, pero en esta ya se vislumbra mejor su intención de explotar a ese neurótico seudointelectual que medio mundo identifica con él. Y la Muerte a lo Bergman. Una vez animé a un grupo de cinéfilos a ver esta cinta y no podían creer que se hubieran perdido de Allen por tanto tiempo.   

5.       Pleasantville, de Gary Ross, 1996

“Punto siete: los únicos colores permitidos son blanco, negro o gris, pese a la reciente disponibilidad de ciertas alternativas”.
Tenemos todos los elementos de una comedia situacional para adolescentes. Se tiene el recurso y el talento para hacer una bonita nadería y un filme gracioso pero intrascendente. Pero Gary Ross opta por llevar el curso de las cosas de una manera visionaria: realiza una hermosa, exquisita fábula sobre la tolerancia y la celebración de las diferencias,  través de la metáfora del color . Y te engaña al principio: los primeros minutos crees estar viendo una comedia más. Mientras la trama avanza, te das cuenta que ese microcosmos (ese Pleasantvlle imaginado de las series de televisión de los años cincuenta) delata los prejuicios de antes y ahora. Y todo el elenco lo hace estupendamente (con un entrañable Don Knotts) pero mis felicitaciones a Tobey Maguire (antes de Spiderman), a Paul Walker (antes de Rápido y Furioso) y a Reese Whitespoon (antes de Legalmente Rubia): todos en estado de gracia. 


El Show de Truman, de Peter Weir, 1998
     “¡Sonríe hombre, estás en televisión!”
Este cuento me gustó enormemente y no sólo por ser la primera vez que vi a Jim Carrey actuar de forma genial (previo a eso era sólo hacía de payaso que hacía muecas). Desde antes le llevaba la pista a Peter Weir como realizador (me había llamado mucho la atención desde La Costa Mosquito y La Sociedad de los Poetas Muertos). Una fábula con cada vez más vigencia en el mundo actual.

6.       Matrix, de los hermanos Wachowsky, 1999


“_ ¿Por qué me duelen tanto los ojos?
_Porque nunca los has usado”
 Es el filme que más veces he visto en mi vida (creo que íbamos por 23 veces cuando llevaba aun la cuenta). Está lleno de momentos que no puedo borrar emocionalmente, pero no puedo ponerlos todos (cometería pecado de “spoilers”). Menciono sólo dos: La explicación de Morfeo sobre qué es la Matriz. Y la declaración de Neo antes de colgar el teléfono, con música de Rage Against the Machine de fondo.


7.     
8.       El viaje de Chijiro, de Hayao Miyazaki. 2000



“¿Una bicicleta?”                           
Un Alicia en el país de las maravillas al estilo japonés, si me perdonan el cliché. Qué secreto encierra Miyazaki en el viaje de esta niña mimada, que encuentra una fortaleza insospechada en la adversidad de este mundo mágico? La búsqueda a esta respuesta me mantiene viéndola con relativa frecuencia.


9.       El Señor de los Anillos: Las dos Torres, de Peter Jackson. 2002.
   
“  Está hablando, Merry. ¡El árbol está hablando!”          
¡Ah, tener que escoger una de la Trilogía que tendría que haberme llevado completa! Pero si me la llevo completa me quedan solo siete más, entonces… La primera de la trilogía es de una belleza desconcertante, mientras que la tercera lleva la épica de fantasía a niveles apabullantes. Lasegunda logra trenzar tres líneas narrativas con maestría, incluyendo grandes batallas, conflictos personales y compartidos, y el largo, heroico viaje que continuará.

10.   Orgullo y Prejuicio, de Joe Wright, 2005
Culpen a mi esposa si quieren. No he podido terminar el libro en que se basa esta película, mientras que ella ha leído no sé cuantas veces el texto original y no sé cuantas variaciones. Pero en sí el ejercicio cinematográfico de Wright es portentoso: su elegante  y expresiva obsesión con las manos, los encuadres que logran emular el aire costumbrista de la trama, la metáfora del tiempo en un columpio que gira, la cámara como un invitado más en una fiesta del pueblo, y los bien llevados papeles de Knightley y Macfadyen.


Y uds., por un asunto de "click",  cuáles se llevarían?