miércoles, 6 de mayo de 2015

El irrepetible Orson Welles





En la página 176 de su magnífica obra, HISTORIA DEL CINE, Marc Cousins anota:

" Los que conocieron a Welles, y con los que he tenido la oportunidad de hablar sobre él largo y tendido, lo describen con una palabra que todavía no ha aparecido en este libro: "Genio" ".

Siendo la apretada obra de Cousins un compendio de los grandes aportadores del séptimo arte desde sus inicios, que se guardara ese calificativo hasta llegar a Orson Welles nos da una buena pista del volumen que tuvo esta leyenda en el desarrollo del cine.
Porque, veamos. Todos conocemos de grandes personajes , actuales o históricos, que han destacado enormemente en uno o varios campos. Generalmente, con muchos años de curriculum a cuestas y con mucha experiencia acumulada.
Qué significará para un hombre haber conocido el éxito, con la bagatela de haber realizado la,quizá,mejor película de la historia (su primer largometraje), ya a los 26 años? Porque ese fue Welles.


George Orson Welles nació un 6 de mayo de 1915 (o 1914, depende donde lo lean) ya destacaba en el teatro y la radio antes de asomarse al cine. A los 22 años , fue el responsable de la producción radiofónica La Guerra de los Mundos, adaptada de la novela de HG Wells.  Su adaptación trajo el pánico en Nueva York y New Jersey, donde mucha gente que oía el programa- en formato de noticiero- realmente creyó que el mundo se acababa por una invasión marciana.
A los 25 se lanzó a la dirección y producción de películas, sin dejar de lado su talento como escritor, actor y guionista. Dada su inexperiencia, hizo cosas que podrían considerarse heterodoxas para empaparse dela dirección y el lenguaje cinematográfico. Por ejemplo, vio La diligencia (Stagecoach, de John Ford, 1939) más de treinta veces, y mucho de lo ofrecido por el expresionismo alemán. Esta preparación, no obstante, no esconde el hecho más importante: su ópera prima, CIUDADANO KANE (1941)  es una de las obras de arte más influyentes del siglo XX.





Bien lo dijo Truffaut:
"Esta película ha inspirado más vocaciones cinematográficas que ninguna otra , a través del mundo"  (del artículo "El Gigante Frágil, 1967).  

¿En qué radica el aporte de Ciudadano Kane?Por que, década tras década, se sospecha de él como el mejor filme de la historia? Se da un punto y aparte en la forma de hacer cine. Pocas veces en la historia, un director había tenido tanto control sobre una producción de esa magnitud, y después de ella pocos (Welles incluido) volverían a ver semejante cosa. Su fotografía (gracias en gran parte al aporte del legendario Gregg Toland), El uso de la profundidad de campo, que sin ser novedoso estrictamente hablando le confirió un poder narrativo extraordinario. Un montaje pensado meticulosamente, inclinándose más por planos largos a costa de pocos primeros planos; una narración detectivesca, prácticamente a modo de documental, con un uso de los flashbacks y flashforwards que aun hoy muchos tratan de  imitar; la milimétrica presencia del sonido como una fortaleza más (Welles aquí usaba su experiencia en sus años de producciones para la radio); el echar mano de elementos que ahora damos por sentados en el lenguaje cinematográfico
 ( neblina, sombras, espejos); el atrevimiento de movimientos de cámara inusitados (travelings hacia arriba, por ejemplo). En fin, una obra retadora, que conserva su frescura más de setenta años después, 

Su genio y esta obra asustaron a la industria. En especial, por los paralelismos que se encontraron en el personaje de Kane y cierto magnate de las comunicaciones de esos tiempos (de cuyo nombre no quiero acordarme). Se produjo un boicot del filme en su distribución, y a la hora de los premios , la Academia se inclinó por John Ford y una obra más conservadora ( soy de los pocos cinéfilos que conozco que han visto la magnífica   Que Verde era mi Valle de John Ford, que, aparte de sus méritos,  tristemente es célebre precisamente por haberle quitado el Oscar a Ciudadano Kane), Welles se encogió de hombros, y después de su segundo filme ( El Cuarto Mandamiento) se fue a Europa. Su vida como realizador y actor conoció todo: proyectos inacabados por falta de presupuesto, papeles en filmes mediocres, pero también, afortunadamente, un puñado de obras maestras: EL CUARTO MANDAMIENTO, OTELO, EL TERCER HOMBRE (solo como actor, creen algunos), SED DE MAL, LA DAMA DE SHANGAI, EL PROCESO...



No digo gratuitamente que Orson Welles actuó en filmes mediocres. Aceptó muchos trabajos con tal de conseguir dinero para sus proyectos. Nunca hizo una película para los grandes estudios que conocemos hoy. Arriba lo vemos como señor mongol en La Rosa Negra (The Black Rose, de Henry Hathaway, 1950). Pueden encontrarlo también en anuncios de whisky, en la primera película de los Muppets, en un documental sobre las profecías de Nostradamus y-juro que es verdad- prestando su voz para  una película animada de Transformers de   los años 80. Lo juro: él hizo de  Unicron. Detestó hacerlo, como muchos otros trabajillos.

 Al fallecer en los años ochenta, sin embargo, lo que perduró fue su legado de filmes de lujo, su escuela, su pasión por lo que hacía.Un genio que lo dio todo.  De su herencia, esperamos, hablaremos algo más  este mes.  



martes, 24 de febrero de 2015

HECHOS MEDICOS EN EL CINE (4): EL MEDICO QUE SE FUE A HACER PELÍCULAS


Dr. Michael Chrichton (Estados Unidos, 1942-2008), novelista célebre por sus obras techno-thriller, entre las que contamos las bases de los filmes homónimos ESFERA, CONGO, y , por supuesto, PARQUE JURÁSICO, entre muchos otros. Estudió Medicina en Harvard, logró financiar sus estudios y graduarse gracias a novelas que escribía bajo seudónimos. Luego se dio cuenta que la medicina no deja y se dedicó a escribir sus best sellers. Incluso incursionó como director de cine, en filmes no del todo malos como COMA y WESTLAND. Pocos se acuerdan que fue uno de los cerebros tras la creación de la serie ER, de culto para muchos galenos. Llegó a declarar admiarción por algunos aspectos del sistema de salud de Costa Rica, lo que influyó que el país fuera parte de la trama de Parque Jurásico.






Dr. George Miller (Australia, 1945) trabajaba como médico hasta los años 70. En 1971 logró hacer un cortometraje, y dice la leyenda que en los años siguientes hizo un montón de guardias para ahorrar y hacer  su primer largometraje. Logró estrenar dicho filme en 1979, con un presupuesto aproximado de 650 mil dolares, Pero cuando MAD MAX terminó recaudando más de 100 millones de dólares no hubo vuelta para el Dr Miller, quien ya se ganó su Oscar por Happy Feet ( sí, la del pinguino bailarín). Esperamos ansiosos las nuevas aventuras del Loco Max a estrenarse este año.





Dr. Ken Jeong (Detroit, 1969) salía disparado del hospital cuando terminaba su turno de ginecoobstretra, para ir a clubes de stand-up comedy. Ahora es célebre por sus papeles del señor Chang en Community y, por supuesto, el mafioso de The Hangover. Aunque la mayoría de sus contribuciones en el séptimo arte han sido en filmes más que mediocres, ha ido ganando adeptos y popularidad con el pasar del tiempo.




Dr. Haing s Ngor (Camboya, 1940- Los Angeles 1996) fue un médico camboyano, célebre por dos hechos. El primero, haber sobrevivido los horrores de la dictadura de Pol Pot , la cual regó con cientos de miles de cadáveres su pequeño país. Segundo, haber interpretado a un periodista que cubre el genocidio antes mencionado, en LOS GRITOS DEL SILENCIO de Roland Joffé (1984). Por dicho papel, le otorgaron el Oscar a mejor actor de reparto. Fue asesinado en 1996 en un aparente robo, años después se mostró evidencia de que su muerte tuvo raíces políticas por haber participado en aquel filme.



Dr. Graham Chapman (Inglaterra, 1941-1989). Aunque en Wikipedia afirman que abandonó los estudios de medicina, su biografía en IMDB menciona que sí alcanzó a titularse y ejerció unos pocos años, antes de fundar con sus amigos el inolvidable grupo humorístico MONTY PYTHON.  Sus contribuciones al cine son excepcionales en el campo del guion y la risa, actuando y escribiendo en películas como EL SENTIDO DE LA VIDA, LOS CABALLEROS DE LA MESA CUADRADA y LA VIDA DE BRIAN. Fue recordado por sus compañeros el año pasado, en un espectáculo llamado MONTY PYTHON  (LA MAYOR PARTE) EN VIVO .



domingo, 22 de febrero de 2015

CRITICA DE CINE: EN EL BOSQUE (Into the Woods)


Into the Woods. Dirección de Rob Marshall. Guión de James Lapine. Canciones de James Lapine y Stephen Sondheim. Producida por Rob Marshall, John DeLuca, Callum McDougall y Marc Platt. Cinematorafía: Dion Beebee. Montaje: Wyatt Smith. Con James Corden, Emily Blunt, Meryl Streep, Anna Kendrick, Lila Crawford, Daniel Huttlestone, Johnny Depp. EEUU, 2014. Musical.

Veamos. Admitamos algo primero: no me siento atraído por los musicales. Lo lamento. No es lo mío. No es que no me haya gustado honestamente algún clásico de ese género. Puedo aceptar que disfruté enormemente, por ejemplo, La Novicia Rebelde ( The Sound of Music, de Robert Wise, 1965), o el más emblemático de los filmes cantaditos, que es Cantando bajo la Lluvia (Singing in the Rain, de Stanley Donen y Gene Kelly, 1952). Hasta vi Chicago y Los Miserables y casi me gustaron.
Pero si quiero hablar de cine, hay que hablar de musicales, género que tuvo sus mejores años entre la década de los 30 y de los 60 del siglo pasado para luego ir decayendo poco a poco. Actualmente son casi una excentricidad, si hacemos la excepción de los filmes animados de Disney. 
Y precisamente con el sello Disney, Rob Marshall (el mismo que perpetró Chicago) trae esta, digamos, fábula de cuentos infantiles. Es la primera ocasión que Disney adapta un musical de Broadway a la gran pantalla, por lo que Marshall  parecía la opción lógica. 


Into the Woods propone la historia de varios personajes, cuyas vidas se marcan por el deseo de algo que no tienen. Cenicienta quiere ir a los bailes reales, Caperucita Roja quiere explorar veredas diferentes en el camino a ver a su abuela, el pequeño Jack desea conservar a su vaca blanca, el panadero y su esposa desean tener un hijo. Este contingente de personajes se involucrarán unos con otros por la interesada intervención de una bruja (Meryl Streep), quien desea lanzar un hechizo con diferentes objetos a encontrar en el bosque. Todos se dirigen allá, a los sinuosos caminos de un bosque de aire encantado. 
Y por supuesto, todo se desarrollará cantando. El fime empieza muy bien, con un coral de todos en su vida cotidiana, un "I Wish..." muy bien interpretado y enérgico. De ahí en adelante, las canciones vienen y van sin mayor trascendencia, de dudosa calidad artística y  con temáticas difíciles de encajar en la historia que tratamos de llevar. Esto se corrige con otro excelente número , en la canción Your Fault", pero de la primera a esa hay mucho cantorreo que, si bien tiene buenas voces, no contribuye al fluir narrativo.



Quizá este es el problema mayor del filme. Trata de narrar poco,haciéndolo pasar por mucho,  de muchos personajes, y lo hace superficialmente para peores. Un paquetazo, que le llamamos así en mi país. No observamos un crecimiento real de los personajes, pese a que es obvia la intención. Sólo uno lo logra de forma creíble: el panadero (llevado decorosamente por James Corden). A los otros personajes, aunque nos dicen de su conflicto, no se les aprecia gran cambio. Exceso de gente, poca profundidad. ¿No me creen? El filme tiene dos príncipes encantadores. Los escritores parecen darse cuenta y en el "segundo acto" quieren imprimirle "humanidad y conflicto" al elenco, que siguen deseando cosas pese a una aparente resolución previa. Lo único que hacen es poner eventos y eventos que no levantan y que no hacen resolver realmente los conflictos planteados con anterioridad. Esto de dejar cabos sueltos y taparlos con más cabos sueltos no es contar bien una historia.



Se fijaron en las comillas de "segundo acto"? En esto peca también el filme. Ya estábamos a puntos de levantarnos, satisfechos a medias  con lo visto, y de pronto ocurrre un despelote. Y la cosa, aparentemente, se complica (no lo hace, son más cosas que pasan y se ponen unas sobre otras, incluso sin razón aparente).  Es como ir saliendo de la misa y de pronto el padre nos detiene porque falta la mitad de la homilía. No funciona. Así de simple. 
Esto, sospecho, se debió al deseo de emular al musical de Broadway. pero un musical en un escenario  teatral es una cosa y el cine es otra. También se ve esto en las actuaciones del elenco. No puedo quejarme en ese apartado, lo hacen bien pese a un guión irregular.  Meryl Streep será lo genial que ustedes quieran pero es algo que ya se le puede exigir (lleva más de 35 años coleccionando nominaciones y hombrecitos dorados). Los niños no son grandes actores pero cantaron bien. ¿Johnny Depp? Estuvo poco y estuvo de sobra,  y verán que rápidamente lo sacan de la ecuación. 
Sí es impresionante la fotografía y la dirección artística : el bosque, hermoso y en algunas tomas preciosista,  que ante los cataclismos se torna oscuro y laberíntico, fábula de los deseos humanos perdidos en la incertidumbre cuando se persiguen. Eso, un par de canciones y algunos momentos de buen humor. Es todo. 

CALIFICACION: **
*****  Excelente
****    Muy Buena
***     Buena
**       Regular
*         Mala
0         Muy Mala
00      Pésima



domingo, 15 de febrero de 2015

PREDICCIONES SOBRE EL PREMIO OSCAR- FEBRERO 2015





Esta semana es la más activa del año en lo que respecta a  cine. Entíéndase "cine" como la actividad global general:la industria fílmica a todo vapor, la promoción de filmes, ver estos filmes en muy variadas maneras (desde una majestuosa sala clásica  hasta un celular), comentarlos, criticarlos, y por supuesto, aventurarse a predecir los ganadores de la premiación que se avecina. 
Todo esto es charada y vacilón. Poco, muy poco, tiene que ver con el verdadero sentido artístico que puede llegar a tener un largometraje. Pero es un hecho: para bien o para mal, la premiación de la  Academia de las Artes y la Ciencia de las Películas hace que la gente vaya masivamente - ¡aunque sea sola una vez en el año!- a buscar películas generalmente buenas.  en muy variadas maneras, 
Por ello nos permitimos hablar de los premios Oscar.  Hay que reconocer el fenómeno. Y si el señor dorado logra que mucho más gente vea, por ejemplo, una rareza de Wes Anderson, solo porque está nominada, bueno, quizá no sea el mejor motivo, pero el resultado algo vale porque vieron el filme. 
Aquí les dejo algunas predicciones. Que conste: estas, mis predicciones, son el resultado de una mezcla de deseo, de apreciación, de cálculo y de criterio (o su falta de). Me justifico con el siguiente argumento: casi todas la predicciones de este tipo son así. Me limitaré a algunas de las mal llamadas "categorías principales". 

MEJOR PELÍCULA: BIRDMAN, de Alejandro González Iñarritu



¿Por qué? Birdman logra como pocas veces mostrar una mordaz mirada al mundillo de las estrellas de Hollywood. Específicamente, a las estrellas que se apagan. Podría haber sido un drama, pero se optó por una comedia negra de cinematografía mayor y con excelentes, espectaculares actuaciones.
Obra de arte para nada convencional, con narrativa bien sostenida pese a su gran apuesta en el ya famoso plano secuencia.



Mejor Actriz: Julianne Moore, por Still Alice





¿Por qué? ¿Por qué no creo que se lo vayan a dar a Rosamund Pike por Gone Girl (de David Fincher), mi actuación femenina favorita del año? Veamos.  Julianne Moore es una actriz mayor en el mundo de Hollywood que ya llegó a la madurez y aún no le dan su Oscar. Se lo merece desde Boogie Nights (de Paul Thomas Anderson, 1997). Ahora, esta actuación- una exitosa mujer que es diagnosticada de Alzheimer) la pone de nuevo en protagónicos clave. Es el tipo de papeles que hace arrrodillarse a los de la Academia. Y por si tener un gran papel fuera poco, lo que hizo con él es de lo mejor que ha hecho. Y conociendo a Moore esas son palabras mayores.




Mejor Actor: Michael Keaton, por Birdman




Este año no fueron pocas las actuaciones grandiosas. Curiosamente, una de las mejores (Jake Gyllenhall, por Nightcrawler) no fue tomada en cuenta. Muchos se merecen la estatuilla, Yo me inclino por Keaton no solo por su trabajo (que es magnífico) sino por lo que implicó hacer ese papel para él, Un valiente manifiesto del que sólo recuerdo un antecedente similar: Gloria Swanson en "El crepúsculo de los Dioses" (Sunset Boulevard, de Billy Wilder, 1950). Para mí ya ganó. 
(Advertencia: este segmento es de contenido fuerte en el lenguaje utilizado y el tema a tratar, aunque está en inglés sugiero discrecion).



Mejor actriz de reparto: Peleado. Patricia Arquette, por Boyhood. 




Digo "peleado", No porque sea la única categoría que así se encuentre. Lo digo porque en esta realmente no estoy seguro. Laura Dern es una veteranaza, Keira Knightley es encantadora, Emma Stone nos dejó pasmados con sus ojos en Birdman. Y Meryl Streep, pues, bueno, es Meryl Streep, y su nominación es casi un reflejo rotuliano con cada premiación anual. En el caso de Patricia Arquette, le voy porque me fascinó esa transición que tuvo en doce años de filmación con el personaje que le dieron, esa colección de momentos de muy diversa naturaleza y estados de ánimo, hasta llegar a esa su escena final, inolvidable y que para mí ya quedó entre esas escenas grandes de la historia del cine con su "pensé que habría más".



Mejor Actor de Reparto. Fácil. J.K. Simmons por Whiplash.



Aunque enfrentado a grandes trabajos y veteranos, el personaje creado por J.K Simmons para este drama de músicos es de lejos el más complejo y perturbador. El profesor Fletcher - su personaje- logra llevarnos de la admiración al odio pasando por el miedo y la indignación, con sólo una mirada. Y una silla claro, que siempre ayuda.



En otras categorías, tengo mis dudas y mis favoritos. Realmente espero que al "Hotel Gran Budapest" le den premio por cinematografía (muy, muy peleado con Birdman), Iñarritu o Wes Anderson pueden llevarse el Oscar a Mejor director, y sus películas respectivas, que se salen de lo convencional, podrían llevarse el premio a mejor guión original.
 El punto es: hay buen cine. Vayan a verlo, no importa si gana o pierde algo. Vayan. Disfruten. Comenten, discutan , difieran. Y aprecien.



domingo, 8 de febrero de 2015

"CRITICA DE BIRDMAN", O LA DICHA DE VER UNA PELÍCULA POR LO QUE ES Y NO POR LO QUE SE DICE DE ELLA




BIRDMAN, O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA (Birdman, or The Unexpected Virtue of Ignorance). Dirigida por Alejandro G. Iñárritu. Guión de Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone, Armando Bo y Alexander Dinelaris. Producida por Alejandro G. Iñárritu, John Lesher, Arnon Milchar y James W. Skotchdopole. Música de Antonio Sánchez. Director de Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: Douglas Crise y Stephen Mirrione, Con Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Naomi Watts, Zach Galifianakis, Andrea Riseborough, Lindsay Duncan. EEUU, 2014. Comedia, 

Estos meses, la prensa impresa y en linea se han afanado elogiando- casi unánimemente- la nueva película de González Iñárritu (¿por qué la G. en vez de González???). Nos unimos desvergonzadamente al coro, con la esperanza (como reza nuestro título) es que, sea lo que sea que digamos o dejemos de decir, vayan a ver este filme.  Advierto: evitaremos el blablablá sobre las posibles similitudes de la vida del personaje del filme y del actor que lo interpreta, creemos que ese morboso chismorreo no le pone ni le quita nada a la obra que queremos comentarles. Nuestro blablablá es de otros aspectos. Sorry.  Entremos en materia. 




 Riggan Thomson (interpretado por Michael  Keaton) es una estrella de cine venida a menos. Antes popular por haber encarnado en los años 90 a un superhéroe (Birdman),conoció el Olimpo de la fama y la fortuna, pero ahora está quebrado, divorciado, la relación con su hija Sam (Emma Stone) pende de  un hilo y su percepción sobre su carrera (percepción no muy alejada de la realidad) es que no se le toma muy en serio por  haber sido masivamente popular en un disfraz con alas. Ha puesto todas sus esperanzas para reivindicarse con todos (especialmente consigo mismo) escribiendo, dirigiendo y actuando en Broadway una obra de teatro, una adaptación de los cuentos de Raymond Carver De qué hablamos cuando hablamos de amor (por supuesto, esto no es casualidad).  Los acontecimientos suceden durante los preestrenos y el estreno de la puesta en escena,  entre bambalinas, escenarios,  bares y tejados.  
 El título alargado del filme, injustificado para algunos, al menos da para una interesante discusión con tus amigos y su significado podría estar encerrado en un papel higiénico marcado con rayitas       ( ver el filme para captar). A los pocos minutos ya se evidencia la maestría de G. Iñarritu como director, esta vez con el  aporte de Emanuel Lubezki (otro mexicano, cuyo trabajo fotográfico es invaluable): un claroscuro difundido por los laberínticos  pasillos del teatro, las calles, los bares, y alimentado casi todo el tiempo apenas por luz artificial (percibo esto como un recurso para hacer énfasis en la crisis de Riggan, su vida oscurecida y desorientada en la que trata de recuperar algo del prestigio perdido por blockbusters palomiteros), Todo el filme montado en un hermoso plano secuencia (artificial valga la aclaración) de manera que todo el filme parece hecho de una sola toma. Es opinión de algunos críticos que me he encontrado por ahí, que dicho método es petulante. No veo por qué. Fue astuto este recurso  cuando Hitchcock lo aplicó en  "La Soga" (Rope, 1948) . En "El Arca Rusa" (Russkiy Kovcheg, de Alexander Sokurov, 2002), el haber hecho todo el filme de 90 minutos en una sola toma (esta vez , real) dio un resultado que sí, puede parece pretencioso, pero aún así magistral  En manos de G. Iñarritu, el montaje invisible resulta en una verdadera obra de arte, donde comprimimos varios días en esa toma de la que no nos separamos hasta el epílogo, sin que nos cansemos ni un instante. Otro elemento más fino, sin embargo, fue la pertinente banda sonora de Antonio Sánchez, con mucha percusión picante y aplastante ( no hay problema en sumergirnos en esa música y de pronto darnos cuenta que el baterista está ahí frente a nosotros, incluso a niveles oníricos).




Los diálogos chispeantes (en especial con la aparición de un estupendo Edward Norton ) nos muestran lo perdidos que se siente este grupo: el actor casi acabado, el artista borracho e impulsivo, el amigo productor al borde de un ataque de nervios (pero que mantiene las cosas a flote), la hija adicta, la actriz que ve amenazado su sueño de brillar en Broadway, la comentarista  de teatro cínica y pre juiciosa... Lo peculiar, lo brillante del caso es que tan patético escenario es una comedia. Tan negra como algunos pasillos del teatro en crisis. Dándonos butaca para contemplar el paralelismo entre la tragedia de Riggan y la obra que tan desesperadamente intenta levantar.
 La mejor propuesta que le he visto a este director (y la primera que estoy dispuesta a ver varias veces con gusto) Y nos encontramos riéndonos de las vergüenzas ajenas, sin que por ello abandonemos la esperanza de que sí, de que Riggan lo logre y que supere esa voz grave y emplumada que le quita la paz.  
Hoy hablé con mi hermano sobre la próxima premiación de los premios Oscar, premiación que este año agradezco por tener esta y otras propuestas frescas y variadas (Boyhood, WhiplashEl Gran Hotel Budapest...). Estoy muy contento porque en EEUU (aunque dirigidos por un latino) se hayan animado a hacer esta enorme crítica a la cultura de consumo y glamour que lleva la pauta en el país del norte. Le dije a mi hermano que si Michael Keaton no se lleva el Oscar, dejo de ver esa premiación al menos por cinco años. Se los juro. Así de lograda, profunda y honesta es su propuesta, apoyada por los ojos de Emma Stone y un elenco que se acopla como pocas veces. Obligatoria. Le voy a Birdman. No para el Oscar, que ya se merece. Le voy para su espacio en mi colección. Créanme, a estas alturas eso es decir mucho. Pero vean Birdman por lo que es, no por lo que se dice de ella. De verdad

Calificación: *****

***** Excelente
**** Muy Buena
*** Buena
** Regular
* Mala
0 Muy Mala
00 Pésima




"Ex Batman Versus Ex Hulk". Lo siento, no pude resistirme.





jueves, 22 de enero de 2015

INTRODUCCION A LAS CURIOSIDADES DE WES ANDERSON




Obligatorio referirse al cine de Wes Anderson, a propósito del estreno nacional de su multinominada EL GRAN HOTEL BUDAPEST (2014). Para muchos que se creen fanáticos del cine, este artista y director es de los mejores para separar la paja del grano. La paja: los fanáticos palomiteros ávidos de explosiones y efectos especiales cada vez más sofisticados. El grano: el cinéfilo, el dispuesto a maravillarse ante nuevas formas de contar historias con una cámara y un puñado de gente con talento.
Y es que a estas alturas, encontrarse con autores- autores- que se dedican a ponerle un sello personalísimo a sus filmes es harto escaso. No nos referimos a directores buenos y malos. Nos referimos a directores que logran desarrollar una caligrafía apreciable y distinguible. Cada vez más escasos. Algunos siguen ahí desde su veteranía y resultados de calidad variable (Woody Allen, Pedro Almodóvar, los Cohen...). En Estados Unidos y con Hollywood es peor la cosa, pero afortunadamente algunas voces jóvenes se levantan: Sofía Coppola, Alexander Payne, por mencionar algunos. Y claro, Wes Anderson. 




Wes Anderson, voz creativa y autor de desconcertantes cuentos, inició su curiosa historia desde su inusitado origen: nació en Texas. En la universidad se topó con dos cosas que influyeron mucho en su vida: el estudio de la filosofía y al actor Owen Wilson. Con él hizo su primer largometraje, BOTTLE ROCKET (1996), y Wilson seguiría participando en casi todos sus filmes de una u otra forma.
Aunque Bottle Rocket tuvo algún reconocimiento en los circuitos independientes, lo que lo hizo más notorio a nivel nacional e internacional fue RUSHMORE (1998), entrando en la fábula a través del adolescente más particular de la historia. Y desde entonces ha ido desarrollando su estilo, esa caligrafía que tanto le admiramos y que incluso ha llegado a la animación con El Fantástico Señor Zorro (2009)
Pero ¿qué es lo que hace a  Anderson un director cada vez más notorio para los amantes del cine? Pongo algunos elementos que han logrado establecer su sello:
Para empezar, su recurso más reconocido y utilizado: la simetría. Anderson ordena con meticulosidad cada toma para lograr este efecto. Prefiere por ello los primeros planos de sus personajes, con el rostro justo en el medio. Desde los créditos iniciales hasta el final, golpea y golpea la pantalla con imágenes de simetría casi desquiciante, que en manos de otros sería absurdo. Pero en manos de Anderson es absurdo y genial. Les dejo este excelente vídeo (no es de mi autoria aclaro) , para ilustrar lo que hablamos. 





El manejo de la cámara también tiene sus particularidades. Anderson prefiere los travelings cortos,  paralelos al movimiento de los actores,y eso si tiene que mover la cámara. Pero es más llamativo que prefiere dejarla en un solo lugar y obligarla a girar, con movimientos bien definidos de 90, 180 y 270 grados (en especial giros de 90 grados). Para continuar su obsesión con la simetría, no teme en llevar los diálogos de los personajes a una confrontación de frente a frente (180 grados) en vez de una colocación de cámaras en ángulo más estrecho como se hace más tradicionalmente al filmar a dos personas conversando. 


Otro punto alto de su filmografía es el uso del color. En cada una de sus películas se acentúa un segmento definido de tonaliidades y colores, no para empequeñecer las posibilidades de fotografía, sino para darle a cada obra una personalidad particular. En esto, Anderson se acerca a un pintor con una paleta bien planeada,




Otro de  los fuertes de las películas de Wes Anderson es de los más notorios incluso para el cinéfilo más tibio: un casting que parte de un grupo casi fijo de actores, casi todos ellos de alto perfil y que participan en la mayoría de sus obras. Este casting tiene un núcleo formado alrededor de Bill Murray, Jason Schwartzman y Owen Wilson (dice la leyenda que tiene que haber al menos una escena de Bill Murray fumando.) Agréguenle a este núcleo a un verdadero alud de grandes, talentosos actores de alto nivel, dispuestos a trabajar (y volver)  en estas alocadas historias: George Clooney, Willem Defoe,  Meryl Streep, Angelica Huston, Gene Hackman, Adrien Brody, Tilda Swinton, Edward Norton, Harvey Keitel, Jude Law, Ralph Fiennes...


Anderson logra lo que Woody Allen lleva haciendo por años: atraer a grandes actores a filmes de corte independiente, a punta de personajes interesantes y de la reputación que da participar en sus proyectos. Con respecto a sus personajes: existe una gran tendencia a dibujar personajes estropeados o incomprendidos, que quizá alcanzaron  cierto éxito pero que se anuncia su pronta decadencia. Suena pesimista si lo simplificamos así, pero hay que agregarle la dulzura, el tremendo sentido humano que alcanzan hasta en sus fracasos, y cierto "no darse por vencido" que le da tónica a casi toda su obra. Esto y la extravagancia: de eso hay montones. Y es que aventurarse en las historias fantásticas de WS es apuntarse a ver fábulas extrañas, humorosas, que apuestan tanto por hacerte reir por "el chico raro", como provocarte levantar una ceja, al revelarte la tragicómica verdad: el "chico raro" sos vos.Somos todos nosotros. En películas hermosas de gusto adquirido.  Invitados todos. Pocos los elegidos. 







lunes, 12 de enero de 2015

MOMENTOS DE UNA VIDA (BOYHOOD). Una obra obligatoria para cinéfilos


Richard me llamó y me preguntó: que vas a hacer los próximos doce años?
                                                                                                          PATRICIA ARQUETTE

Como bien saben los cuatro amables gatos que me siguen, hace meses que no subo notas al blog. Los motivos, afortunadamente, fueron todos de naturaleza positiva y que simplemente me llevaron a empujar al blog un poco atrás de otras prioridades: familia, viajes, academia, y -también, pero de a callado- montones de cine. Además, me he alejado de ese amigo bullicioso, sobreinformado y morboso que es Facebook. Me había decidido a reabrir el espacio solamente si pasaba algo grande. Quiero decir, algo verdaderamente grande, en los aconteceres del arte en el cine. Y me tropiezo con MOMENTOS DE UNA VIDA (Boyhood, de Richard Linklater, 2014). Y aquí estamos.
Posiblemente muchos de los que lean esta nota ya están enterados de la empresa que fue la realización de este filme, pero por los que no, conversemos un rato.
Nunca en la historia del cine se había filmado una película de la manera en que se filmó Boyhood. Ya llegaremos a eso.Primero,mencionaré algunos  antecedentes históricos,  que sin ser estrictamente iguales, guardan cierta similitud, al menos en su espíritu narrativo.


1955:En la India, Satyajit Ray estrena LA CANCION DEL CAMINO (Pather Panchali). un drama familiar centrado en la vida de  un niño brahman. El èxito de la propuesta impulsó a que Ray continuara las andanzas del  muchacho en dos películas más, conformando lo que se conoce como LA TRILOGIA DE APU. La ùltima, realizada en 1959, se enfoca en la vida adulta del personaje principal. las tres propuestas (en especial la primera) son consideradas joyas de la cinematografía.


1959: François Truffraut, avispado crítico y comentarista de cine, inicia su leyenda como director con LOS CUATROCIENTOS GOLPES (Les quatre cents coups) . Narra aquí las aventuras y desventuras de                                    Antoine Doinel (que es considerado como un recurso alter ego de Truffaut ). Eventualmente, dicho personaje sería el centro de varios filmes y cortometrajes, hechos a lo largo de 20 años, y siempre encarnado por el mismo actor: Jean-Pierre Leaud.



En los años noventa, el mismo Richard Linklater (cuya nueva obra es la razón de este comentario) inicia su célebre trilogìa ANTES DE... y también en esa ocasión con la complicidad de  Ethan Hawke.  
Fueron tres películas celebrantes del amor de las parejas, las tres interpretadas a cuatro manos por Hawke y Julie Delpy, se realizaron entre 1995 y el 2013, siempre arrojando luz sobre la dinàmica entre un hombre y una mujer que se conocen, se aman y se comparten. Punto alto de la filmografía de Linklater y del cine en general. Un comentario sobre dicha trilogía fue subida a este blog el año pasado, los invito a leerla.

Entremos en materia para contarles de Boyhood. El planteamiento de la historia es harto sencillo. Se trata de un collage, hecho con los momentos de la vida del personaje principal, llamado Mason, y de su familia, en concreto su hermana Samantha, y sus padres divorciados (que en la pelìcula son nombrados sencillamente así, Papá y Mamá). Mason es interpretado por el actor Ellar Coltrane. Samantha es llevado por Lorelei Linklater (hija del director). Los padres son muy bien llevados por Ethan Hawke y Patricia Arquette (en especial esta última, no me extrañaría una nominación al Oscar).

A qué tanta la bulla por otro drama familiar? Mason-les adelanto- es un chico cualquiera, con una familia cualquiera y con problemas harto frecuentes en las sociedades. En el filme- colección de instantes- sería difícil establecer que hay una trama definida, al menos en la narrativa convencional. Pero el modo como se planteó la realización de esta película es lo que, a su vez, levanta esta colección de momentos-engañosamente "comunes"- y los engancha en un cuento sobrecogedor.
Linklater filmó la película por 39 días solamente, pero esos 39 días los distribuyó a lo largo de 12 años. Literalmente, vemos a Mason crecer, madurar, convertirse del niño de 6 años que cree que las avispas vienen de la gotas de la lluvia, al chico de 18 años que descubre que no se trata de vivir el momento, sino que son los momentos los que llevan la vida. 


Con este ejercicio, Linklater le grita al mundo su amor por el cine y por la eterna búsqueda de nuevas posibilidades expositivas. Y logra tejer una historia que se muestra  como la existencia de las personas: al final, lo que realmente importó fueron ciertos episodios que a veces recordamos, a veces no, pero que tuvieron un impacto decisivo (una madre llorando porque no tiene todas las respuestas; un padre que le responde a su hijo sobre  la existencia de la magia; un consejo distraído a un empleado casual para que tome alguna clase). Vemos como nunca habíamos visto la transformación de las personas con el pasar de los años, y dicho cambio, si bien en parte  físico, se aprecia mejor en la personalidad, metas y deseos de los personajes (por eso digo que el que lleva Patricia Arquette es de lo mejor logrados: nos lleva prácticamente a todos los estados anímicos). Este filme (que se presta a sendas nominaciones al Oscar, y será digna competencia para el BIRDMAN de Iñarritu) pronto estará en las escuelas de cine y en los libros de historia. Como tiene que ser, por esa capacidad de aferrarse a lo más vivo de las personas (el cambio, equivalente a la vida) y de mostrarlo magistralmente, sin efectismos ni poses.  Advertidos quedan.