sábado, 5 de octubre de 2013

LA DESMITIFICACION DE LOS ACTORES. LOS ACTORES, ¡ACTORES SON!

Voy al video. Escogo algunas películas y en esas, me tropiezo con "Movie 43" (de varios directores, 2013) ahi, disimulada entre los pasillos del videoclub. Placer culpable, película irregular llena de excrecencias y cochinadas a granel, pero que hizo que mi esposa y yo nos riéramos hace algunos meses como desquiciados.



Y aunque suene increíble, ese tropiezo me trajo a la mente a Greta Garbo.
Greta Garbo era una diva. Es sabido que en sus últimos años, casi recluida,  renegó de este hecho . Su mezcla de misterio, sensualidad y talento la hacían el modelo perfecto para los años dorados de los grandes estudios. Pero el hecho es que, adorada, soñada, imitada, seguida, Greta Garbo era una actriz, y listo. Por eso- y por su habitual despliegue de genio en sus artes- en cierto momento acepta participar en una comedia como Ninotchka (de Ernst Lubitsch, 1939). La película -todo un clásico- fue anunciada así: " La Garbo Ríe".
Sería interesante aventurar una hipotesis. Tras tantos papeles de mujer fatal,quizá, la Garbo que reía buscaba algo más que diversificarse. Quizá buscaba ofrecerle a su público un ejercicio necesario: la desmitificación de su imagen.
¡Cuantas veces han quedado en el imaginario colectivo irremediablemente ligados a un personaje que hicieron bien! ¡Cuantas veces los adoramos casi a niveles blasfemos! Y sus carreras, sus nominaciones a premios, el culto a una personalidad que creemos-honestamente!-conocer... porque inocentemente creemos que los individuos son iguales al personaje que interpretan.
Y se nos puede olvidar este hecho fundamental: que así como los dentistas son dentistas y trabajan en la salud oral, los jardineros son jardineros y podan las plantas, los actores actuan porque es el trabajo que los actores hacen . Es un trabajo. Con grandes satisfacciones artísticas, intelectuales y en ocasiones, económicas, pero un trabajo al fin. Y no, tú no eres tu trabajo.
Quizá por eso ellos mismos se cansan del estatus  que la gente se la pasa endilgandoles y se atreven a hacer cosas completamente distintas a lo que la mayoría de le gente tiene en la cabeza al pensar en ellos. O que, posiblemente antes del papel que les dio fama, hicieron cosas completamente diferentes.


Pensemos en algunos ejemplos. Si digo Hugh Laurie, pocos agarran de primera entrada de quién hablo. Ah pero si menciono al "doctor House" medio mundo salta: "Ay, yo lo adoro!" (uno de los personajes más patán que existe, precisamente por ello es adorado). Ignoran o se les olvida que Hugh Laurie es un destacado actor inglés que ya había tenido papeles pequeños de naturaleza muy distinta. La gente me arquea la ceja cuando los mando a ver "101 Dálmatas" o "Stuart Little".
Vean a Helen Mirren. Merecida ganadora del Oscar como mejor actriz por su encarnación de la reina de Inglaterra (The Queen, de Stephen Frears, 2006). Conciente de que la gente la empezaba a ver con demasiada formalidad, ella misma salía en los medios recordando sus desnudos, y su destacada participación en Calígula (de Tinto Brass, 1979), producción que puede reclamar algunas pretensiones artísticas pero que tiene su buen contenido de pornografía durita.

Al Pacino. El gran Al Pacino. El Padrino y Caracortada, que más presentación que esa? Ya sea por compromisos económicos o por decisiones abismalmente malas, se mete a participar en un bodrio insufrible como Jack and Jill (de Dennis Dugan, 2011)



Hay pocos tan grandes como Pacino, y entre esos está Robert De Niro. Toro Salvaje y, claro, también fue padrino. Nada como hacer un semianimado irregular (y ademas producirlo) para recordarnos que es un ser humano de carne y hueso que está ganándose el pan (The Adventures of Rocky and Bullwinkle, de Des McAnuff, 2000).


Brad Pitt, maduro y todo, sigue despertando suspiros entre las féminas, la última oleada de suspiros fue como el héroe de la Guerra Mundial Z.(World War Z, de Marc Foster, 2013). Por qué olvidar que su primera nominación al oscar fue por su papel de esquizofrenico paranoico en "Doce Monos"? (Twelve Monkeys, de Terry Gilliam, 1995)

El gran Anthony Hopkins, que afortunadamente tuvo el talento y la inteligencia para que su encarnación de Hannibal (The Silence of The Lambs, de Johnatan Demme, 1991) no lo encasillara. Se arriesga a hacer de todo. Desde "el padre de todo" en Thor (de Kenneth Branagh, 2011) hasta a un doctor medio chiflado en "El Camino a Villabuena" (Road to Wellville, de Alan Parker, 1994)



Muchos acusan a Cruise de ser ególatra y de tratar de estirar su papel de héroe y galán hasta más allá de lo razonable, De lo que no lo pueden acusar es de no hacer papeles en que se vea mutilado, desfigurado, o incluso, pelón y haciendo bailecitos (Tropic Thunder, de Ben Stiller, 2008).



Vean http://www.youtube.com/watch?v=sr9_GfeoCjk. y si ven la película tendrán un baile más exótico en los créditos.
Mi último ejemplo: Sir Ben Kingsley.Toda una generación piensa en él cuando imagina a Gandhi (por el filme de Richard Attenborough de 1982). En él, orgulloso caballero del Imperio Británico. Respiren hondo, tómense el rato para buscar esa cosilla mala llamada "El gurú del  Amor" (The Love Guru, de Marco Schnabel, 2008) y adelantenla a la escena aquí ilustrada.



A lo que voy  es a esto: son actores, no semidioses. Admirémoslos por sus grandes trabajos y por su capacidad de reirse de si mismos y de sus representaciones. Como en "Movie 43", donde, con la condición de saber que es una cosilla mala y escatológica hasta lo último, se encontrará con uno de los castings más lujosos de los últimos años, en las cosas más innombrables. Para reírse. Sólo con ver la cara de Kate Winslet cuando Hugh Jackman se quita la bufanda nos pone las cosas en su lugar. De verdad.

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