sábado, 28 de septiembre de 2013

Cómics, violencia y cine



Y con el título no me malentiendan. No pretendo dar un sermón con moralina sobre la violencia en los cómics y en los cines, y si en algun momento les suena así, me disculpo de antemano.Es que hay un fenómeno que me molesta mucho , como amante del cine y de muchas películas que se han alimentado de los cómics, historietas, novelas gráficas, etcétera.
Aunque existan antecedentes históricos notorios (la gente que los estudia habla incluso de los papiros egipcios), la verdad más o menos aceptada por la mayoría es que el fenómeno del cómic (revistas impresas con historietas) es un fenómeno de cultura popular sólidamente relacionado con el siglo XX, al igual que el cine (casi a la par ambos fenómenos). Como en los cómic se cuentan tantas historias de tan diferente índole, es natural que sean fuente de inspiración e interés comercial por los productores de cine.Y gracias entonces por Superman (la de Richard Donner en 1978 obviamente), la trilogía de Batman de Christopher Nolan, la primera de Ironman, From Hell , Road to Perdition, Watchmen (mejor el cómic que el filme eso sí), y uds ahí pueden seguir.
Ahora bien. En pro del negocio y de la ganancia, en los cómics existe un fenómeno particular que se inició, si no me equivoco, en los setenta, pero agarró fuerza en los ochenta y noventa. Este fenómeno me gustaría resumirlo en esta frase, que leí en un cómic de los que menciono: "lo oscuro vende".






Rescato la frase de la última portada que puse, la de Kick Ass, de Mark Millar y John Romita: "Violencia enfermiza: justo como te gusta!" En el cómic en efecto, hay un fuerte línea de producción de cómics ultraviolentos, con gente de mucho éxito en lo que hace (Mark Millar y Garth Ennis son dos nombres que vienen a mi cabeza).
Lo que me molesta es lo siguiente: el rollo NO consiste en contar una historia que contiene elementos de violencia. Denle vuelta: el objetivo es mostrar los elementos más violentos posibles, utilizando como pretexto alguna historia. Captan la diferencia?Es darse cuenta de quién está sirviendo a quién, y hay que ser muy buen realizador para manejar esto de forma adecuada.
Tomen cualquier película de Quentin Tarantino. Digamos "Perros de Reserva" (Reservoir Dogs, 1992), o la reciente Django Desencadenado (Django Unchained, 2012). Sangre a borbotones, imágenes crudas, pero a la orden de una historia coherente y harto interesante. La carnicería sujeta a algo más importante: la historia en sí.
Con los cómics de esta "linea oscura" que les hablo, todo parece que la tortilla se vuelve y que es la violencia la que importa, y se debe buscar la historia-la excusa-  que permita mostrar los cuerpos incinerados, cercenados, destripados, de la forma más explícita posible. Y eso para mí no se vale. Es como hacer una película en que lo importante son solo los efectos especiales y la historia y actuaciones son pésimas (tos-tos- Transformers-tos).Abanderarse conque es una sátira? No me lo creo. Todo se resume en esto: lo oscuro vende.
Y con el film que se estrena esta semana, Kick Ass 2 (de Jeff Wadlow, 2013), ese es mi temor. Que sea la violencia gratuita y morbosa porque sí, como un vacío objetivo. Pasó con la primera y pasa incluso peor en el cómic en el que se basa. ya hasta Jim Carrey se disculpó -¡antes del estreno!- por haber participado en este filme. Con tantos malos antecedentes, ¿iré a ver este filme? Sería puramente por altruismo, para hacer una crítica objetiva tras verla-como debe ser-, y publicarselas. Pero uds se pueden dar el lujo de sacar el día por la víspera y al menos tenerle cuidado, a estos filmes que posiblemente quieren meterles gato por liebre. Atentos. Las carteleras ahorita tienen otras ofertas de reputación no tan dudosa.

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