domingo, 8 de febrero de 2015

"CRITICA DE BIRDMAN", O LA DICHA DE VER UNA PELÍCULA POR LO QUE ES Y NO POR LO QUE SE DICE DE ELLA




BIRDMAN, O LA INESPERADA VIRTUD DE LA IGNORANCIA (Birdman, or The Unexpected Virtue of Ignorance). Dirigida por Alejandro G. Iñárritu. Guión de Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone, Armando Bo y Alexander Dinelaris. Producida por Alejandro G. Iñárritu, John Lesher, Arnon Milchar y James W. Skotchdopole. Música de Antonio Sánchez. Director de Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: Douglas Crise y Stephen Mirrione, Con Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Naomi Watts, Zach Galifianakis, Andrea Riseborough, Lindsay Duncan. EEUU, 2014. Comedia, 

Estos meses, la prensa impresa y en linea se han afanado elogiando- casi unánimemente- la nueva película de González Iñárritu (¿por qué la G. en vez de González???). Nos unimos desvergonzadamente al coro, con la esperanza (como reza nuestro título) es que, sea lo que sea que digamos o dejemos de decir, vayan a ver este filme.  Advierto: evitaremos el blablablá sobre las posibles similitudes de la vida del personaje del filme y del actor que lo interpreta, creemos que ese morboso chismorreo no le pone ni le quita nada a la obra que queremos comentarles. Nuestro blablablá es de otros aspectos. Sorry.  Entremos en materia. 




 Riggan Thomson (interpretado por Michael  Keaton) es una estrella de cine venida a menos. Antes popular por haber encarnado en los años 90 a un superhéroe (Birdman),conoció el Olimpo de la fama y la fortuna, pero ahora está quebrado, divorciado, la relación con su hija Sam (Emma Stone) pende de  un hilo y su percepción sobre su carrera (percepción no muy alejada de la realidad) es que no se le toma muy en serio por  haber sido masivamente popular en un disfraz con alas. Ha puesto todas sus esperanzas para reivindicarse con todos (especialmente consigo mismo) escribiendo, dirigiendo y actuando en Broadway una obra de teatro, una adaptación de los cuentos de Raymond Carver De qué hablamos cuando hablamos de amor (por supuesto, esto no es casualidad).  Los acontecimientos suceden durante los preestrenos y el estreno de la puesta en escena,  entre bambalinas, escenarios,  bares y tejados.  
 El título alargado del filme, injustificado para algunos, al menos da para una interesante discusión con tus amigos y su significado podría estar encerrado en un papel higiénico marcado con rayitas       ( ver el filme para captar). A los pocos minutos ya se evidencia la maestría de G. Iñarritu como director, esta vez con el  aporte de Emanuel Lubezki (otro mexicano, cuyo trabajo fotográfico es invaluable): un claroscuro difundido por los laberínticos  pasillos del teatro, las calles, los bares, y alimentado casi todo el tiempo apenas por luz artificial (percibo esto como un recurso para hacer énfasis en la crisis de Riggan, su vida oscurecida y desorientada en la que trata de recuperar algo del prestigio perdido por blockbusters palomiteros), Todo el filme montado en un hermoso plano secuencia (artificial valga la aclaración) de manera que todo el filme parece hecho de una sola toma. Es opinión de algunos críticos que me he encontrado por ahí, que dicho método es petulante. No veo por qué. Fue astuto este recurso  cuando Hitchcock lo aplicó en  "La Soga" (Rope, 1948) . En "El Arca Rusa" (Russkiy Kovcheg, de Alexander Sokurov, 2002), el haber hecho todo el filme de 90 minutos en una sola toma (esta vez , real) dio un resultado que sí, puede parece pretencioso, pero aún así magistral  En manos de G. Iñarritu, el montaje invisible resulta en una verdadera obra de arte, donde comprimimos varios días en esa toma de la que no nos separamos hasta el epílogo, sin que nos cansemos ni un instante. Otro elemento más fino, sin embargo, fue la pertinente banda sonora de Antonio Sánchez, con mucha percusión picante y aplastante ( no hay problema en sumergirnos en esa música y de pronto darnos cuenta que el baterista está ahí frente a nosotros, incluso a niveles oníricos).




Los diálogos chispeantes (en especial con la aparición de un estupendo Edward Norton ) nos muestran lo perdidos que se siente este grupo: el actor casi acabado, el artista borracho e impulsivo, el amigo productor al borde de un ataque de nervios (pero que mantiene las cosas a flote), la hija adicta, la actriz que ve amenazado su sueño de brillar en Broadway, la comentarista  de teatro cínica y pre juiciosa... Lo peculiar, lo brillante del caso es que tan patético escenario es una comedia. Tan negra como algunos pasillos del teatro en crisis. Dándonos butaca para contemplar el paralelismo entre la tragedia de Riggan y la obra que tan desesperadamente intenta levantar.
 La mejor propuesta que le he visto a este director (y la primera que estoy dispuesta a ver varias veces con gusto) Y nos encontramos riéndonos de las vergüenzas ajenas, sin que por ello abandonemos la esperanza de que sí, de que Riggan lo logre y que supere esa voz grave y emplumada que le quita la paz.  
Hoy hablé con mi hermano sobre la próxima premiación de los premios Oscar, premiación que este año agradezco por tener esta y otras propuestas frescas y variadas (Boyhood, WhiplashEl Gran Hotel Budapest...). Estoy muy contento porque en EEUU (aunque dirigidos por un latino) se hayan animado a hacer esta enorme crítica a la cultura de consumo y glamour que lleva la pauta en el país del norte. Le dije a mi hermano que si Michael Keaton no se lleva el Oscar, dejo de ver esa premiación al menos por cinco años. Se los juro. Así de lograda, profunda y honesta es su propuesta, apoyada por los ojos de Emma Stone y un elenco que se acopla como pocas veces. Obligatoria. Le voy a Birdman. No para el Oscar, que ya se merece. Le voy para su espacio en mi colección. Créanme, a estas alturas eso es decir mucho. Pero vean Birdman por lo que es, no por lo que se dice de ella. De verdad

Calificación: *****

***** Excelente
**** Muy Buena
*** Buena
** Regular
* Mala
0 Muy Mala
00 Pésima




"Ex Batman Versus Ex Hulk". Lo siento, no pude resistirme.





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